sábado, 30 de enero de 2016

CELOS, TENGO CELOS...(Página nº 3461)

Si me pidieran un consejo personal les diría que huyan de una persona celosa al menor signo de muestra. Nada que te pueda suceder a su lado puede ser bueno salvo que te pliegues a sus obsesiones, sus inseguridades, sus ruindades, sus neuras, sus manías...y eso, ya en sí mismo, no puede ser bueno.

He conocido a algunas personas celosas y logran llevar el infierno propio a quienes más dicen querer, en una retorcida manera de concebir el amor que es todo menos eso porque si fuera verdadero amor no cosificarían la relación, no harían sufrir a quienes les aman ni permitirían que la convivencia con ellos pasara ineludiblemente por plegarse a su enfermizo comportamiento o sucumbir a él.

No creo en el poder redentor del amor en el tema de los celos. Lo siento, no me creo que un celoso deje de serlo como no creo que esa ingenua aspiración redentora que abrazan, con frecuencia, sus parejas enamoradas termine siendo exitosa. Ni creo en los "celos buenos", esos que pueblan las inseguridades y que tratamos de asumir como bálsamo. Y no es que crea que un celoso no tiene derecho a querer tanto como a ser querido, de lo que dudo es que tenga la capacidad de ser generoso en el amor, que sepa asumir que ese sentimiento sea incondicional y no sometido. En su descargo, quizá, diría que ser celoso no es una elección consciente, que me parece sobre todo una patología de esas en las que el enfermo no aspira a ser consciente de que necesita ayuda médica, terapia, y que, en tanto, se halla "incapacitado" para amar.

Me llama mucho la atención que, a pesar de que los tiempos van cambiando y progresamos en las relaciones, los estudios y encuestas nos hablan de que entre los adolescentes se produce un porcentaje preocupante de relaciones envenenadas por los celos, por su siniestra dinámica que alcanza en muchos casos la violencia psicológica y física y que se materializa aún más cuando uno de los dos trata de soltar cabos y escapar de una relación tóxica, tortuosa, asfixiante. Pero es que, aunque no lo queramos reconocer, los celos no siempre fueron mal vistos socialmente. Al contrario, curiosamente llegaban a concebirse como una cierta obligación moral, una manera de manifestar el valor que se otorgaba a la relación, y por tanto se mostraban muy permisivos, salvo cuando ya sobrepasaban unos límites admisibles, hasta el punto de que, a nivel familiar o de amistad, se silenciaba sin desagrado ese tipo de conductas, y cambiar esto termina costando mucho tiempo y muchas víctimas.

Pero yo lo tengo claro, de un celoso solo cabe poner distancia, no hipotecarse a una relación que no saldrá bien para ambos, que causará estragos, dolor, sufrimiento, cicatrices morales y que tenderá a condicionar la vida de uno de ellos obligando a la renuncia, al aislamiento, a la mutilación moral para esquivar problemas y permitir que solo así nada altere la sensación de control del celoso.

Los celos no son un juego, una canción, un ramalazo. Los celos duelen y mucho. A uno, a veces a los dos, pero solo suele haber una víctima inocente.


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A DAIMIEL LE VA EL POSTUREO (Página nº 3460)

Quizá el término sea relativamente nuevo pero lo que describe es más viejo que el hilo negro. Ya lo decía el folclore tradicional:

"Tanto vestido blanco, 
tanta parola,
y el puchero en la lumbre
con agua sola"

Vivimos para aparentar, fiamos a la imagen gran parte de lo que somos o pretendemos ser ante los demás, nos hemos ido entregando a ese cierto exhibicionismo interesado para superponer la imagen que pretendemos ofrecer a la que cada cual tomaría de nosotros mismos por su propio criterio. Y aunque las redes sociales han sublimado este postureo, esta continua imagen impostada, lo cierto es que la cosa viene de lejos y siempre he tenido esa sensación de que Daimiel, sus gentes, como las de seguramente todos los lugares de este y otros países han sido muy proclives al postureo, a la apariencia, Y no solo desde un punto de vista individual, incluso también desde el institucional, exacerbando determinadas posiciones, valores, ritos, tradiciones, con esa carga interesada que suele acompañar a estos comportamientos. Sí, siempre me ha parecido un pueblo rendido al postureo.

Y no es que esto sea malo, aunque ya sabemos que el postureo trata de velar la realidad, sino que es algo que se ha impuesto desde muchas décadas y que ahora parece haberse centrado en un exhibicionismo bastante más narcisista y pueril.

Ya digo que no es Daimiel solo, si me apuran contemplo los nacionalismos como el summun del postureo, perfectamente financiado para lubricar el impacto proselitista que se pretende y que busca cargar el valor sobre aspectos mientras trata de ocultar las vergüenzas que también coexisten, y es. al fin y al cabo, una manera habitual de desenvolverse porque hemos concedido todo el espacio a la imagen, a lo impostado y tramposo que ayude a ocultar la realidad.

Puede que esté en nuestra naturaleza. El "palabro" será un neologismo pero, en esencia, es de un viejuno indiscutible, esa constante de pretender ser lo que no somos quizá cansados, acomplejados o avergonzados de ser lo que somos. Y ahí está la ocultación, bajo la gala, el aderezo, el perifollo, el ornato y el atavío, a salvo nuestras virtudes y, ¡cómo no!, nuestras miserias.


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viernes, 29 de enero de 2016

PUES SÍ, ALGUNOS JUECES SE EMPEÑAN EN HACERNOS CREER QUE HACIENDA SOMOS TODOS (Página nº 3459)

Y me alegro.

Me alegro que la Infanta Cristina esté en el banquillo durante el juicio, que el Fiscal y la Abogada del Estado hayan visto ignorados sus argumentos, que no haya prosperado ese movimiento de exoneración que la gente de la calle no hubiese comprendido.

Creo en el ejemplo, en la ejemplaridad a que obligan ciertos oficios y cargos representativos porque es lo único que puede sostener indiscutido un sistema.

Y creo en las sentencias ejemplares, aquellas capaces de marcar un camino y hacer entender que no todo vale. 

No sé si será el caso, pero al menos este paso señala un camino adecuado.

Y ahora a dormir, un poco más tranquilo.


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jueves, 28 de enero de 2016

VULNERABILIDAD (Página nº 3458)

Hoy es un día marcado en el calendario. Hace 43 años que murió mi hermano por una septicemia. Amaneció con fiebre altísima y apenas doce horas después fallecía sin que los medios disponibles en ese momento pudieran hacer nada por él. Tenía 15 años y yo solo diez, compartíamos habitación y aquello cambió mi vida,  a medias por esa sobreprotección que el dolor y el miedo de unos padres superados por la tragedia personal no pueden controlar y a medias porque cierto pánico a la muerte también se instaló en mí de forma inevitable.

Ahora lo puedo contemplar como una fase más de mi vida, aunque sé que imprimió carácter y me volvió retraído, temeroso, vulnerable, y la vulnerabilidad es un estado complicado de manejar a esas edades. Y en esa situación en mi vida se marcó una barrera ilógica pero definida, la que me hizo pensar que si superaba los quince años ya sería poco menos que inmortal.

Puede que sea una tontería pero yo era un niño y esa frontera se trazó como un objetivo vital que ni tan siquiera dependería de mi voluntad. Y juro que los trece años, con una enfermedad que me obligó a un reposo absoluto de dos meses, y los catorce años, tuvieron mucho de angustiosos, como si se tratara de un todo o nada vertiginoso que aparecía con cierta frecuencia para amargarme la vida.

Pero cumplí los quince. Aquel cumpleaños lo recuerdo como uno de los más felices de mi vida hasta ese instante, como una liberación que se siente de tal manera que te devuelve esa invulnerabilidad perdida y te hace ver la vida de otro modo. Ya sé que era pura elucubración, esa manera casi mágica que los chavales tienen de explicarse el mundo, pero para mí fue como soltar todo el lastre que me ataba a un destino contemplado desde el pesimismo.

No he vuelto a tener jamás miedo hasta este episodio hospitalario de septiembre, no porque pensase en una situación irreversible sino porque volví a sentir la vulnerabilidad y me asustó. Sentirse vulnerable dispara la mente porque te conduce a advertir cualquier cosa que sucede en tu cuerpo, a preguntarte por ello, a ponerle motivo, y yo que soy una persona positiva, que en temas de salud nunca voy por delante y dejo que las cosas sucedan, temía caer en la tentación de preocuparme, de dejarme llevar y someterme a esa espiral que ya no controlaría. Estoy reaprendiendo a sentirme invulnerable. No es que ayude la edad pero sí la mente, y creo que por ahora voy venciendo.


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NUEVO CONCIERTO DE LA BASEMENT BAND (Página nº 3457)

Mostrando Basement Band - Notas de Paso (cartel).jpgMañana, 29 de enero, la Basement Band da un nuevo concierto, esta vez en el Conservatorio Profesional de Música "Marcos Redondo" de Ciudad Real, con entrada gratuita y, como gran atractivo, además de disfrutar de su música, la presentación de algunos temas nuevos en su repertorio. Desgraciadamente no podré acudir, y lo digo con malestar porque de no tener otros compromisos previos me hubiera encantado presenciar  esta nueva actuación de la "big band" daimieleña.

En cualquier caso tendré otras oportunidades pero no me resisto a recomendar, a quienes puedan acercarse y gusten del buen hacer de estos paisanos, una cita con ellos a las 19,30 horas y con entrada libre hasta llenar aforo.

Aquí os adjunto el cartel, con la información imprescindible para un viaje a esa música universal, festiva, gozosa, que hará, seguro, las delicias de todos los asistentes y que yo me tendré que conformar con esperar a otra oportunidad.

¡Animo, es un buen plan para iniciar el fin de semana!


Mostrando Basement Band - Notas de Paso (cartel).jpg

SONETILLO COÑERO O DE LAS QUERENCIAS MARIANAS (Página nº 3456)



¡Alfonso, ¡te quiero, coño!,
gritaba con emoción
Mariano desde su ambón
poniéndose muy gazmoño,

y de nuevo vuelta al coño,
pues repitió la expresión
provocando la ovación
mientras Rus se puso ñoño.

¡Tus éxitos son los míos!,
lanzó Rajoy con orgullo,
¡que hasta daba escalofríos!

Pues saquemos conclusiones:
¿si su éxito es el tuyo
son tuyas sus corrupciones?

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miércoles, 27 de enero de 2016

SE CAMBIA DIGNIDAD POR EUROS (Página nº 3455)

Ya saben ustedes que en Roma decidieron sus "autoridades", y no se sabe aún cuales de ellas, tapar las estatuas que mostraban desnudos con mamparas y cajas de madera para no perturbar la sensibilidad del presidente iraní Rahani y su séquito. En realidad la decisión parece forzada porque fue a petición de los visitantes que, claro, tenían un motivo perfecto para relajar la dignidad romana: 17.000 millones de euros.

Es lo que tiene la dignidad, que vale poquito y en cuanto asoma el euro caen los simbólicos pantalones, se pone uno mirando a Cuenca y se deja hacer hasta poniendo cara de disfrute.

Se pide respeto pero desde la falta de respeto y, sobre todo, desde el convencimiento de que nunca va a haber reciprocidad. ¡Señoras ministras, pónganse el velo echando leches, que Irán nos espera!

No es que yo defienda el orgullo patrio ni la intolerancia, es que la diplomacia y ser buen anfitrión no obliga ni debe obligar a semejante ridiculez. Una cosa es la cortesía y otra el bajapantalonismo memo y la cretinez lameculista, ese no saber decir que no a peticiones que exceden el respeto debido y entran en el campo de la imposición y, diría, la extorsión moral y que, desde luego, ellos no aceptarían desde los demás.

Porque no obviemos la verdad, esas estatuas están creadas siglos antes de que a aquel tratante de ganado se el ocurriera crear una religión, y aún muchos siglos más que una serie de iluminados religiosos alcanzaran el poder en su país. Y representan, además, el avance creativo, el culto a la belleza, el alcance de la perfección en las proporciones dentro de una cultura que iluminó, nos llevó al progreso, impregno la historia de conquistas que aún perduran (aunque no todo fuera bueno ni bonito en el mundo romano), en tanto que estos ayatollahs representan la oscuridad, el retroceso, la muerte de los derechos sociales, la pobreza intelectual y la derrota de las libertades, un islote cultural anacrónico en el siglo XXI. Y plegarse a sus exigencias termina siendo una derrota severa del futuro y el progreso ante lo rancio y lo retrógrado, y todo por unos euros que pareciendo mucho son apenas nada.

Ha pasado en Roma pero iremos viendo más. ¿A qué mente enferma escandalizaría "la Manola" hoy en día? No esperamos inversiones iraníes pero encontrarla oculta bajo una caja sería todo un escarnio para nosotros, nuestra forma de entender la vida. Y supongo, más bien lo creo por las reacciones que he podido leer, que muchos romanos se han sentido así, ofendidos viendo cómo sus dirigentes políticos cabeceaban hacia Cuenca a calzón quitado.


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YO NO SOY MUCHO DE TRADICIONES (Página nº 3454)

Es la verdad. No sigo mucho las tradiciones, no me atraen ni les dedico tiempo, en general, aunque ni estoy contra ellas ni desconozco el arraigo que tiene entre una gran mayoría de personas y el acervo cultural que hay tras de algunas de ellas. 

Pero también creo que las tradiciones tienen su propia evanescencia y que, por tanto, cuando desaparecen hay que dejarlas estar, entender que han desaparecido por algo y que ese ser fruto del olvido tienen su propio sentido bien porque se vuelven obsoletas, carecen de enganche o ya no responden a ese valor de conservación que imprime la tradición. Vamos, que rescatar por rescatar me parece un ejercicio gratuito. Otra cosa bien distinta, claro, es que pueda estudiarse, investigarse, para que quede en los anales de la memoria lo que un día fue y tuvo sentido, pero nada más.

Igual que las nuevas costumbres que configurarán las futuras tradiciones no deben ser forzadas, fruto de un empeño por imponerlas. Las verdaderas tradiciones calan, atrapan el espíritu de continuidad de forma espontánea, natural, sencilla y terminan de hacerse un hueco en el imaginario popular.

Me viene todo esto a la cabeza a partir de ese "Baile de Ánimas" que tiene una parte de investigación y otra más de etnografía. Me interesa la primera, no me seduce la segunda. Más de un siglo después ese Baile de Animas no deja de ser un anacronismo curioso, una peculiaridad anecdótica. En otros sitios se conserva porque esa tradición sí arraigó con fuerza allí como otras desaparecieron fruto de la obsolescencia, pero en Daimiel ya no pinta nada salvo con ese carácter etnográfico que le otorga cierto valor pero que no la salvará de languidecer en el olvido que seguramente mereció.

Del pasado esperamos su conocimiento, no mucho más. El valor no es siempre recuperar sino no olvidar. Será que me interesa más el futuro, el porvenir, la natural evolución de las cosas. El pasado es un lugar acogedor para la memoria pero recrearse en él tiene mucho de rémora para progresar. Aprendemos de él pero para abordar lo que ha de venir. En ese tránsito muchas cosas quedaron atrás, olvidadas. Allí están en su lugar.


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martes, 26 de enero de 2016

CORRUPTOS VERSUS RADICALES (Página nº 3453)

El PP sitúa una posible coalición o pacto de izquierdas como una huida hacia el radicalismo.

Podemos piensa que un pacto o coalición que implique al PP es la consolidación de la corrupción en el poder.

Entonces, ¿qué?, ¿éstas son las alternativas?, ¿a este grado hemos llegado en la política española?

Evidentemente las cosas no son tan simples pero los mensajes de unos y otros sí que son enteramente simplistas, y eso es lo preocupante, que tratan al ciudadano como un imbécil al que bastan cuatro etiqueta y tres consignas para convencer.

Nunca he creído que la corrupción esté a un solo lado ni que la radicalidad sea patrimonio único de otro. Quienes ponen etiquetas a los demás o se las atribuyen a sí mismos buscan otros intereses, casi nunca los comunes.

Es más, llegados hasta este punto lo terrible es que estamos más cerca de una situación radicalmente corrupta que de un funcionamiento aceptable de un sistema democrático donde impere el bien común, el diálogo y el trabajo de todos para sacar al país adelante. Los partidos piensan, ante todo, en ellos y sus intereses, mucho más que en la ciudadanía, y eso ya me parece corrupto y radical, lo bastante para no esperar demasiado bueno de unos y otros ni de los del medio.

Es el poder, que no reside ni de coña en el pueblo por más que se nos haga el culo gaseosa creyendo que meter la papeletita en la urna nos lo otorga. Es el poder deseado, pretendido, ambicionado por los partidos no para ponerlo al servicio de los ciudadanos sino para mandar, medrar, colocar, imponer, arañar, consolidarse, chupar, proveer, dominar, constreñir, incrementar, manipular, infligir, condicionar, excluir, adoctrinar... todo con mucho swing, con gran sutileza, entre terroncitos de azucar que fidelicen al votante,  que no lo espanten, para poder seguir exprimiendo los privilegios del poder y sus beneficiarios.

El problema es que ahora son más a repartir y toca lanzarse de nuevo a las etiquetas, las descalificaciones, el y tú más. Implantar la sospecha sobre el contrario, ventilar la mierda para expandirla, apelar al bajo instinto. Siempre ha dado resultado, logran enfrentar a las personas, que muchas asuman como dogmas meras opiniones vertidas con intencionalidad, porque el ruido es solo ruido mientras ellos articulan la forma de arrimar el ascua a su sardina.

Sinceramente, ninguno de ellos parece ser la solución siendo, como son, el problema. Mientras no miren con una verdadera intención de regenerar la vida política, afrontar los problemas más importantes, tratar de llegar a acuerdos mínimos básicos para remar juntos, la cosa no será otra que optar por malas soluciones revestidas de farfolla ideológica que no nos llevarán a ningún buen sitio. Hace falta menos frentismo y más esfuerzo colectivo, menos demagogia y más voluntad.

Y no nos olvidemos, los ciudadanos hemos terminado por ser rehenes de nuestro voto, de esos intereses partidistas que nos orillan. Te guste o no. Y disculpen el pesimismo.

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lunes, 25 de enero de 2016

SIN PALABRAS (Página nº 3452)


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SORPRESA EN EL ESCAPARATE (Página nº 3451)

Me habré despistado porque no me sonaba nada de esta iniciativa ni creo haber escuchado acto alguno de presentación, salvo que fuera durante ese tiempo que anduve hospitalizado. El caso es que al pasar esta tarde por la Papelería Fernández veo esta "Laguna de Navaseca. Guía de Aves" que tienen la autoría de Tomás Beldad y Rocío G-M, que supongo que corresponderá a González-Mohino, y aunque tendré que esperar a mañana para hacerme con él me ha parecido una iniciativa oportuna, necesaria y brillante, a pesar de la modestia editorial, que no sé si apoya una editorial o es producto de autoedición.



He hablado apenas una vez con Tomás aunque seguía con entusiasmo aquel blog "Salvemos Las Tablas" que me parecía un lugar obligado para disfrutar de su fotografía naturalista pero, aún más, para conocer mucho mejor la avifauna del Parque Nacional y su entorno. Y aunque por causas ajenas al propio Tomás quedó interrumpido en marzo de 2012 yo vuelvo recurrentemente a él para disfrutarlo y ampliar mi conocimiento del humedal daimieleño.

También le recuerdo de algunas ocasiones en las que me acercaba a Navaseca y podía verle por la zona, paciente, tratando de mimetizarse con el entorno para recoger esas imágenes perseguidas.

Pero también no me olvido de ese carácter propio de plantear iniciativas novedosas, atractivas, como aquella exposición a través de distintos escaparates comerciales que me llevaron a ir buscando cada imagen de las que daban cuerpo a aquella muestra peculiar, o de ese afán reciente de salirse del circuito expositivo municipal y comisariar su propia exposición o la de cuatro fotógrafas daimieleñas, entre ellas la propia Rocío) en un espacio quizá no cómodo ni lucido como la cafetería Las Tablas pero capaz de alumbrar la grisura de unas paredes a través de esas ventanas al mundo que son las imágenes fotográficas.

Como sé de su buen hacer con la cámara, y también de Rocío, y del conocimiento que tienen de ese espacio de Navaseca, me parece que esa pequeña guía es un regalo para quienes apreciamos ese espacio y disfrutamos con todas esas aves que han eligiendo la laguna como su lugar temporal o permanente. Y tiene, además, el valor de ser la primera guía realizada que se hará imprescindible para quienes quieran entender más y mejor el verdadero valor de Navaseca y que, como conté hace tiempo, ya figura entre los espacios que interesan a muchos aficionados a la fotografía sobre la naturaleza que conocen la variedad de especias que se encuentran allí.

Una preciosa sorpresa hallada en el escaparate.¡Enhorabuena, Tomás!,¡enhorabuena, Rocío! Y gracias.

Enlace:

http://salvemoslastablas.blogspot.com.es/

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domingo, 24 de enero de 2016

"LA JAURÍA SOMOS TODOS" (Página nº 3450)

Acabo de leer este texto de Lorenzo Silva sobre el suicidio de Diego a consecuencia del acoso escolar per, más allá, del peso de esa jauría a la que tan fácilmente nos adherimos para colocarnos del lado del poder, del vencedor, de la fuerza del grupo:


No tengo mucho más que añadir.

Pero es evidente que hemos abrazado el gregarismo de la manera más reprobable. Somos una sociedad que invita a ser gregarios, a colaborar, protegernos, solidarizarnos, convivir, y eso suele estar muy bien. Pero hemos tendido a postergar nuestra capacidad individual sucumbiendo a la tentación del seguidismo, de la connivencia, de dejarnos llevar, es decir, de conformarnos con el peor perfil del gregario, el que somete toda su voluntad para protegerse, quedar a salvo y jugar a ganador, y eso lo saben perfectamente quienes lideran, aquellos que eligen conducirnos sabedores de nuestra carente voluntad de contradecirles.

En ese mundo burdo se nos manipula fácilmente. Estás conmigo o contra mí, fuera del grupo hace frío, elige ser verdugo para escapar de ser víctima. Y eso sucede desde la más tierna edad, obligado a elegir un sitio en el mundo donde se premian las adhesiones y se castigan las disensiones. Y quienes lideran, muchas veces, tienen objetivos perversos que cargan contra la vulnerabilidad.

Porque no nos engañemos, a día de hoy ser diferente te convierte en objetivo, aunque nuestra mentalidad tienda a negarlo porque la ética social manda constantes mensajes en favor del respeto a la diferencia. y es que dicha diferencia siempre expresa una minoría (sea de piel, de orientación sexual, de origen, de cultura, de ideología..., pero también ser pequeño, demasiado alto, tener algún rasgo físico desproporcionado, algún mínimo defecto, o destacar demasiado, sobresalir intelectualmente...) y es más fácil alinearse con la mayoría, dejar hacer, mirar a otro lado, pero asemejando otorgar legitimidad a los acosadores.

Es triste ver como elegimos el peor gregarismo, el que se impregna de bajeza, condescendencia, sentido acrítico, benevolencia con el mal. Claro que unos ejecutan pero callar, permitir, tolerar, no nos hace mejores que a los ejecutores y muchos ojos ven y silencian los acosos, las agresiones, las ofensas. 

Lorenzo Silva cierra diciendo:

"La jauría somos todos. Es nuestra indiferencia"

Toda la razón, la indiferencia del gregarismo mal entendido, el que se esconde tras la mayoría para exculparse.


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PP, ¡SE FUERTE! HACEMOS LO QUE PODEMOS (Página nº 3449)

Sustituyan Luis por PP y ahí lo tienen.

No sé cómo se come la imputación de un partido político (ahora con la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal se llama investigado al imputado pero es lo mismo). ¿Se imputa a la marca?, ¿se imputa a los dirigentes?, ¿se imputa a toda la organización incluidos los afiliados?

Partiendo de que la imputación no significa culpabilidad pero sí indicios suficientes de poder haber cometido un delito como para dar ese paso de imputarlo nos encontramos que la juez ha convertido al Partido Popular en el primer partido al que se imputa en el periodo democrático, lo cual no puede considerarse como una anécdota y parecer que no ocurre nada.

Ahora bien, en el hipotético caso de ser condenado, ¿qué ocurriría? ¿Se puede condenar a un ente pero no a sus dirigentes?, ¿la decisión de borrar y destruir los discos duros la toma el partido, que es un ente abstracto, o la toman personas concretas? Porque desde luego el partido no toma decisiones, las toman personas con nombres y apellidos en nombre del partido y por tanto han de ser ellos los responsables. Y aunque se atribuya a la organización la posible comisión de un delito lo que a nadie se le escapa es que para poder cometerlo hay responsables de ordenarlo y responsables de ejecutarlo, aunque se cobijen bajo las siglas.

Yo no sé si esta imputación beneficia o no. Lo digo respecto a los responsables de carne y hueso. Imputar al PP es como tener un paraguas que amparen los comportamientos individuales. Pero por otro lado se corre el riesgo de creer que todo el PP tiene ese comportamiento presuntamente delictivo y no dejaría de ser injusto.

Si el PP fuera alguien concreto recibiría en su móvil ese mensaje "mariano" de "PP, ¡se fuerte!. Hacemos lo que podemos", pero como no lo es el problema es más grave. Si fuera condenado ¿no tendría que cambiar de denominación en una maniobra evasiva y vergonzosa tipo Convergencia pasando a Democracia i Llibertat o, directamente, ser inhabilitado para la vida política?, ¿o usamos diferente criterio para los partidos imputados que para los políticos imputados?

En eso la periodista Ángels Barceló colgaba un twitter que prolongaba ese razonamiento lógico:


Pero no lo duden, no pasará nada, aunque lo pudieran condenar. Ya saben, estamos en España, ese país donde alcaldes imputados logran más votos tras la imputación, como si fuera una medalla. Tenemos la corrupción tan interiorizada que ya casi parece un mérito ser corrupto y hasta otorga un plus. La honestidad es de tontos, ingenuos e idealistas. Traigan pan, hay muchísimo chorizo esperando su abrazo.

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