martes, 9 de febrero de 2016

YO FUI DEL BABY-BOOM (Página nº 3477)

Aunque sería 1964 el año de mayor número histórico de nacimientos en España, con casi 700.000 nuevas criaturas, yo, que soy del 1962 nací en los años del baby-boom español, cuando apuntábamos a ser de los países más prolíficos del mundo y cada nacimiento parecía una señal de futuro con ese pan bajo el brazo tan simbólico. Fueron años en los que la pirámide de edad parecía tal cosa y dibujaba esa base sólida.

Curiosamente aquellos niños del baby-boom terminaron convirtiéndose en los padres del inicial baby-plof, esa otra tendencia que nos lleva a casi a liderar la menor tasa de natalidad mundial, aunque todavía será peor con las generaciones posteriores, y que pasaron de considerar a los hijos como una "bendición" a tocar ese otro concepto de "estorbo" entendido como el cúmulo de dificultades y complicaciones que obliga a abordar.

Aquellos niños del baby-boom ya saben que tendrán muy complicadas cobrar sus pensiones cuando se vayan acercando a los 65-67 años pero seguro que no siempre pensarán que parte del problema ha sido su participación directa en ese baby-plof, amén del escaso estímulo administrativo por favorecer un mayor número de nacimientos a través, sobre todo, de ventajas fiscales, conciliación laboral y puesta en valor del patrimonio social que constituye cada nacimiento.

Yo, que nací en ese barrio entonces joven de Los Hotelitos, su nombre popular, conocí allí esa particular muestra del baby-boom en una zona residencial casi copada por familias jóvenes que rápidamente multiplicó el censo de esas cuatro calles. Niños de todas las edades que campábamos a nuestras anchas y llenábamos los espacios de ruido, juego y alegría. Entonces era rarísimo encontrar familias con menos de tres hijos y ya era este un número fácilmente superable.

Pero ya ven, Daimiel pasa ahora por tener sus cifras más bajas, como este 2013 en el que se alcanzaron 160 nacimientos según el Padrón, 173 según el INE, arrastrado a las cifras generales de casi todas las poblaciones estables demograficamente durante el último lustro. Pocos, muy pocos, solo para garantizar el progresivo envejecimiento de una población ya para nada piramidal.

Y sin medidas, que aquí la prospectiva se la pasan por el arco del triunfo y se abordan los problemas cuando ya han sucedido.

1 comentario:

  1. Si se tomaron algunas medidas, como los 2500 euros por nacimiento, euros que en la mayoría de los casos fueron a parar a la compra de un televisor o a festejar el bsutizo de la criatura. Pais de pillos...

    ResponderEliminar