sábado, 5 de diciembre de 2015

CANDIDATOS (Página nº 3371)

A propósito de este comentario recibido ayer y que contesté brevemente y de inmediato:

Totem, si pusieras en una escala a los candidatos, y partiendo de que ya sabemos tu opinión, por cercanía, a quien prefieres, y no vale decir a nadie.

Me dio por pensar más en profundidad en los candidatos que se presentan a estas elecciones generales y me reafirmo en que ninguno me convence.

Pero aparte de esto una de las cuestiones que se formulan contra la mayoría de ellos es su inexperiencia en gestión, su juventud, su falta de recorrido político, quizá porque se dice desde el único partido que presenta un candidato experto en gestión, entrado en años y con casi toda la vida viviendo de la política.

Es cierto que casi todos ellos (Rivera, Sánchez, Iglesias, Garzón y Herzog) son personas poco expertas en gestión del poder desde cargos de mando en administraciones. Ninguno ha gobernado nada, no han sido alcaldes, presidentes de diputaciones, ministros, y es evidente que gobernar un país no se hace con solo ganas y entusiasmo, no se hace solo con una buena formación académica o con unas dotes intelectuales adecuadas, pero lo cierto es que la mucha experiencia tampoco garantiza una buena gestión , una buena elección de colaboradores ni una buena resolución de los problemas, y aquí hasta el mismo Rajoy podría servir de ejemplo a pesar de haber pasado por todas las administraciones. El mismo Felipe González carecía de esa experiencia previa, en el ejemplo puesto. Por tanto la inexperiencia puede ser una rémora, un problema, pero no tendría por qué serlo y la experiencia será un grado pero no es garantía de nada.

Es cierto que casi todos ellos son jóvenes (Rivera, Sánchez, Iglesias, Garzón y Herzog), personas que tienen una trayectoria vital en la que se adivina que aún les quedan muchas experiencias por abordar. Pero no vivimos en una actividad política de concepción gerontológica en la que nos hacen creer que la sabiduría y capacidad la dan los muchos años. Y todos ellos están ahí bajo el respaldo de sus partidos, aupados, en general, por sistemas de primarias que sí creen que están preparados. Y creo recordar que Felipe González tenía 40 años y Suárez, Aznar y Zapatero rondaban los 43 cuando fueron elegidos.

Es cierto que, debido a su juventud, (Rivera, Sánchez, Iglesias, Garzón y Herzog), y su digamos que reciente aparición política en el primer plano, parecería que tienen un escaso recorrido político, pero no hay que engañarse. Pedro Sánchez estaba desde adolescente en primer plano de las Juventudes Socialistas, Alberto Garzón milita en IU desde los dieciocho años y con presencia activa de alto nivel en ese partido, Albert Rivera lleva diez años liderando un partido creado desde la nada y que ha crecido hasta poder disputar, según encuestas, el segundo puesto en las próximas elecciones. Pablo Iglesias, además de estudiar Ciencias Políticas tiene perfil político casi desde que echó los dientes y como Rivera ha puesto en pie, con otros, un partido que ya se ha hecho un hueco en estos momentos. Andrés Herzog es, posiblemente, quién más tarde ha llegado a la política y quien menos trayectoria presente.

Ya no me meto en cuestión de formación académica, que todos la tienen.

No creo por tanto que la inexperiencia, la juventud o la poca trayectoria política sean un lastre para poder gobernar como no creo que lo contrario pueda considerarse un aval indiscutible. Y a pesar de ello ninguno me da confianza personal, ninguno me convence. A la mayoría porque no les he visto desenvolverse, que podría ser una prueba del algodón entre lo que prometen y lo que luego desarrollarían, y al otro porque lo he visto y ya sé que no puedo confiar en él. Y ya sé que he dicho que la falta de experiencia no tiene por qué ser un lastre, y lo mantengo, pero para mí siguen siendo, menos Rajoy, una incógnita por desvelar y eso hace que no me seduzcan aún. Con Mariano ya no me cabe la duda, sin embargo.

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