jueves, 29 de octubre de 2015

DAIMIEL EN EL"FICCIONARIO ORTOGRÁFICO" (Página nº 3318)

El Ficcionario Ortográfico es una sección del medio digital Mundiario que escribe Luis Calero, profesor de Filosofía, y que como ya hiciera, entre otros, el humorista José Luis Coll, dan una vuelta a las palabras habituales, cambiando alguna de las letras o alterando el orden para alumbrar, con humor, una nueva definición.

En el caso que nos ocupa, además de citar las Tablas de Daimiel y aludir a otros humedales, modifica el término creando una definición no exenta de ironía y crítica.

Ya saben que en este blog, bajo la etiqueta de "curiosidad" no pierdo la oportunidad de traer algunas de esas menciones que se hacen de Daimiel o su entorno y por eso me hago eco de esta que nos regala Luis Calero.

El autor utiliza la palabra apadrinar para modificarla por esta otra:

APADRENAR

a la que dota del siguiente significado, tan cierto que merecería, casi, que tal palabra existiera:

apadrenar. Proteger y ayudar a la desecación de terrenos. Una costumbre heredada de los tiempos bíblicos, cuando el diluvio universal lo dejó todo inundado. Por cierto, a los humedales españoles nunca falta quien los apadrene, habiendo estado algunos -como las Tablas de Daimiel- al borde de la desaparición por la sobreexplotación de los acuíferos.

Y es que Daimiel ha sufrido, desde la misma localidad pero también desde altas instancias administrativas, el turbio malhacer de muchos apadrenadores que han llevado a la agonía del acuífero, la casi muerte del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, la desaparición de algunas de las lagunas que tachonaban nuestro término municipal o la desnaturalización del Guadiana, el triste legado de esos "golfos apadrenadores".

1 comentario:

  1. Aquello fue una victima del progreso, como es la contaminación del aire, ríos, mares ectra. Cuando sacaban agua con mulas no ocurría lo mismo, pero esto se va solucionando,y lo demás no se va a solucionar nunca.

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