domingo, 26 de enero de 2014

LA LISTA BLANCA (Página nº 2344)

Sé que resulta inabordable, visto lo visto, pero no estaría de más que después de los resultados electorales de 2015 los concejales elegidos fueran capaces de fijar unos puntos básicos generales para trabajar, repartieran las concejalías entre los diecisiete, olvidaran las disputas partidistas y trabajasen con el único objetivo de resolver los principales problemas de Daimiel, algo que debería unirlos más que separarlos.

Para ello, claro, sería necesario otro talante, un desprenderse de ese lastre a nivel local que es la subordinación a los intereses partidistas promovidos desde arriba, ese marcaje celoso al que suelen someter a las agrupaciones locales y que enajenan el verdadero sentido de la política municipal que ha de tener pie y medio en la calle, atado a los problemas que de verdad atañen a sus ciudadanos y que serían más fácilmente abordables sin esa intromisión y con un trabajo colegiado de todos los representantes elegidos, que para eso lo han sido.

Hoy en día los concejales de la oposición son concejales de nada, reducidos a una condición fiscalizadora que hasta se suele obstaculizar, despreciando ese concepto de sumar fuerzas y buscar consensos.

Hubo un tiempo, de inaugural democracia, en la que los deseos de sacar adelante aquel cambio insuflo en la política local un espíritu más atrevido, liberado de corsés ideológicos, con sus problemas y sus conflictos pero tratando de agregar energías, posibilitar acuerdos, subordinar al interés generales y no a las directrices partidistas planteadas desde las ejecutivas provinciales, regionales y nacionales, las decisiones más importantes que podían afectarnos. Y aunque hubo errores, aunque no faltaron desacuerdos, aunque de vez en cuando asomaba el ramalazo de cada cual y la mayoría siempre tenía el peso de la decisión final, siempre sería mejor que esto que vivimos ahora, esa guerra de guerrillas rencorosa, frentista, descalificadora, viciada por la ortodoxia partidista, en un Daimiel que no necesita esa lamentable sensación de desunión.

Ya sé que no será posible, que esa lista blanca de diecisiete comprometidos a entenderse, independientemente del partido al que pertenezcan, es en estos momentos una quimera, una ficción, una ingenua utopía. Nos iría mejor, seguro, pero ya andará la realidad sacudiéndonos con la maza para hacernos saber que los partidos no quieren eso y pelean para que sus peones municipales no caigan en la tentación de olvidar las órdenes y sus sumisiones.

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9 comentarios:

  1. Para esto se necesita altura de miras, generosidad, ser dialogantes y pensar en el bien común. Y por supuesto que se vayan los que meten tensión y hacen la vida política local una crispación constante.

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    1. Seria necesario ¡demos el primer paso! y por una vez Daimiel sea punta de lanza de esta iniciativa y dejar a un lado la crispación. Creo que con sus diferencias de bases entre los partidos, nos iria mejor a todos si trabajaran codo con codo

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  2. Esa idea es demasiado democrata para los partidos de hoy en día.

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  3. De esta forma, la fiscalización se hace desde dentro y es mejor.

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  4. ¿que recomendación vas a hacer en el próximo comentario?

    se nota que te gusta intentar manipular, pero solamente queda en eso, en intentarlo, ya que nadie te hace el menor caso.

    Como debe ser

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    1. ¿Tú crees? Miedo te daría, a tí y a todos los de tu cuerda, si realmente sucediera lo que se propone arriba. Se supone que los concejales lo son para que organicen los asuntos de sus municipios, no para que la mitad+1 organicen todo en contra de los demás y con el "no" por respuesta a toda proposición constructiva, y totalmente plegados al argumentario que se les manda desde Madrid. Luego sucede que tenemos concejales multipropósito que parecen el hombre-orquesta con tanta concejalía.

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  5. ¿no te acuerdas con las anteriores corporaciones socialistas? les pasaba lo mismo que ahora, por lo que no sé porque te extrañas y te pones como te pones.

    El único que dió responsabilidades cuando gobernó fue Apolonio Díaz de Mera, que tenían todos los concejales alguna responsabilidad, desde el psoe, pasando por el partido comunista y terminando en ellos mismos.

    Luego vino el psoe, y mucha democracia y sus 100 años de honradez, pero de dar responsabilidad a otros que estuvieran en la oposición, nada de nada, pero resulta curioso que ahora se diga que asuman todos responsabilidad en las decisiones y que se realicen entre todos y antes no se haya hecho de esta forma ni se haya pedido

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  6. A raiz de esta entrada podias abrir una de quien seria el alcalde ideal para la gente. A ver que pasa

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