martes, 7 de mayo de 2013

EL OTRO WERT (Página nº 1863)

Entre un Wert, ministro, que defiende una reforma de la ley educativa que nada tiene que ver con lo que el sistema educativo necesita y que huye del consenso porque resulta tan sectaria que no hay quien la suscriban y otro Wert, profesor, que se opone a ese borrador avanzadísimo de la LOMCE porque lejos de solucionar problemas los va a incrementar, me quedo con este último. Y aunque sean hermanos la distancia conceptual entre el sociólogo y el profesor de arte es tan evidente que éste último, no queriendo quedarse al margen, ha protagonizado, junto a otros profesores, un acto de protesta en el Pilar ciudarrealeño y firmado contra la ley de claro perfil político que trata de colarnos su hermano amparado en el rodillo de la mayoría absoluta.

Y no es que los que estén en contra no tengan perfil ideológico y político pero, desde mi punto de vista, les avala la razón y el sentido común contra una ley infumable, si cabe tan mala o peor que la vigente, y que va en contra de esos modelos triunfantes en los informes PISA ya que, eso es claro, son lo contrario del modelo finlandés en todos los sentidos.

Muchos de mis compañeros han renunciado a ir a la huelga el próximo jueves. Se han cansado de que les quiten parte del salario porque consideran que el colectivo, pese a estar en tremendo desacuerdo con las políticas educativas actuales y ese engendro de ley que nos hipotecará cada vez más el futuro, porque ven la desidia de unos docentes que se tragan todo lo tragable sin ninguna reacción. Y entiendo que, sabiendo lo que piensan, el fracaso de la huelga no es de los pocos que la secundarán sino de los muchos a los que les ha faltado arrojo y compromiso para seguirla compartiendo su necesidad pero orillando el esfuerzo. Y me jugaría "los cinco deos de la mano", como cantan los Mojinos, a que de no quitar haberes esta huelga tendría un seguimiento descomunal.

Cada uno, por supuesto, es libre de hacer lo que quiera pero venimos viendo el deterioro paulatino de la enseñanza, de la formación del profesorado, de la reducción de recursos, de leyes de ida y vuelta con impronta ideológica, y nos vamos hundiendo en el barro con esa inercia entregada que nos conduce al desastre. Y yo me niego me niego a ese entreguismo, no quiero consumirme en una mala leche sin reacción y masticar lamentos que solo se sustancian en protestas privadas. Y respaldaré una huelga que creo necesaria desde el mismo momento que la LOMCE ha excluido a los docentes, no abordar los problemas reales y ha renunciado a ser una ley de consenso a salvo de politización, el verdadero mal de los últimos treinta años.

Hoy Wert, el "bueno", ha dado una clase simbólica contra la reforma legal, además de otros profesores, y me han mandado fotos del evento. Posiblemente ganará el Wert "malo" pero entonces perderemos casi todos.




1 comentario:

  1. El hermano que piensa dando clases y el hermano tonto gobernando. Así nos va. No quiero decir que pongamos al tonto a dar clase. No servia ni como tertuliano.

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