domingo, 21 de abril de 2013

LIMPIANDO EL CAUCE DEL AZUER HACE 201 AÑOS (Página nº 1822)

Como es sabido, tras informarse en los medios locales y tratarse en el pasado pleno, el Ayuntamiento de Daimiel ha solicitado ya a la Confederación Hidrográfica del Guadiana poder llevar a cabo la limpieza del cauce del río Azuer en su tramo por el término de la localidad, y hasta aventuraron que, según los pasos dados, que sería posible iniciar los trabajos antes del verano.

Hace unos días un buen amigo, ya casi coautor de este blog por sus aportaciones, me mandó este documento, aparecido en el Diario de Madrid el 24 de abril de 1812, en el que se ordenaba la limpieza del cauce del río Azuel a su paso por la juridicción de ese municipio en el que puede, incluso, que se tratara de la primera limpieza oficializada, y que mandó hacer el rey impuesto José I Bonaparte. Son curiosas algunas de las similitudes como lo son otras más de las notables diferencias entre ambos proyectos con dos siglos de diferencia, 201 años concretamente, pero que dejaré a la percepción de quienes lo lean con atención:




"En nuestro palacio de Madrid á 19 de abril de 1812.
p. JOSEF NAPOLEÓN POR LA GRACIA DE DÍOS У POR LА CONSTITUCIÓN del Estado , R S I de las Españas y de las Indias.

"Atendiendo á la influencia que tendrá en la prosperidad y salubridad de la villa de Daimiel y sus inmediaciones la limpia de la parte del río Azuel, que pasa por su jurisdicción , y agregándose á este beneficio el de dar trabajo á cerca de 56 habitantes de los mas necesitados; visto el informe de nuestro ministro de lo Interior, y oída la comisión especial que hemos nombrado para este asunto;

Hemos decretado y decretamos lo siguiente:

ARTÍCULO I. El corregidor y regidores de la villa de Daimiel, prefectura de Ciudad-Real, pondrán inmediatamente por obra la limpia de la parte del río Azuel, comprehendida en su jurisdicción.

ART. II. Para atender á los medios de realizar esta empresa los terratenientes, de qualquier clase y calidad que sea, individuos ó corporaciones, sin ninguna excepción, pagarán cada uno la parte que les corresponda, según la cantidad de tierras que disfruten del beneficio del riego, y la que aprovechen de resultas del desagüe.

ART. III. La parte del desaguado de Guadiana perteneciente á Nos, que se halla inculta mas de dos siglos hace, se repartirá entre los braceros pobres dé la jurisdicción de Daimiel en pequeñas suertes , libres de todo canon, con la obligación de desmontar dicho terreno, y abonarlo en términos de hacer las sementeras que permita, satisfaciendo los diezmos de los frutos que se recolecten. La villa de Daimiel hará por su cuenta los gastos necesarios para este objeto, en lo que concierne la limpia del Azuel.

ART. IV. Ea quanto á la parte administrativa, é inversion de los caudales, la municipalidad de Daimiel deberá entenderse con el prefecto de Ciudad-Real

: ART. V. Nuestro ministro de lo Interior queda encargado de la ejecucion del presente decreto, del que. se pasará una expedición al superintendente general de nuestra real casa. 

= Firmado = YO EL REY;

Por S. M . , ei ministro secretario de Estado~Firmado=:Mariano Luis de Urquijo."-•"

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2 comentarios:

  1. Entonces, como ahora, la incultura mandaba. La "limpieza" era el eufemismo con el que se denominaba a la destrucción del cauce original, profundizándolo y eliminando toda vegetación para que "el río corriese como debía". Si antaño suponía el reparto del botín conquistado al río de aquella guisa, hoy supone invertir dinero público en beneficio de unos pocos, detentatarios de aquellas parcelas usurpadas al río, en la vana esperanza de que la siguiente crecida no les afectará. Si por ellos fuera, pedirían que se encajara el río en una zanja de 20 metros de profundidad por uno de ancho, (o mejor aún, que se metiera en una tubería), para que así "corra como es debido".
    Según esa (in)cultura tan arraigada, el río debiera ser poco más que un canal de desagüe, que evacuara rápidamente las lluvias sin salirse del cauce que el hombre disponga; como existen pozos y de allí se saca el agua, el que el río corra no deja de ser un engorro, por ello cada vez que devienen los ciclos naturales de crecida e inundación lo primero que se oye es "si es que el río está muy sucio, no corre como debe y por eso se desborda". Pues no, al río le han dejado un cauce ridículo, reducido a su mínima expresión, que sólo admite un caudal máximo de unos 4 metros cúbicos por segundo. Cuando llueve, el río puede llevar el doble, el triple o hasta 10 veces más caudal y por eso se desborda, en nada influye la "limpieza" ni la vegetación de la ribera.
    Y aunque se profundice el cauce sobre la misma anchura actual, tampoco aumentará notablemente ese caudal máximo; y en la zona donde acabe la actuación, el agua volverá a remansarse debido al cambio de perfil del lecho.

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  2. De los creadores de "el agua del cielo no quita riego" y "los patos no dan dinero, el campo sí" llega el ultimo remake de la supina erudición: "hay que limpiar el río". Así nos va (y nos ira, mientras se les siga escuchando)

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