viernes, 8 de marzo de 2013

JUGANDO CON LA VELOCIDAD (Página nº 1706)



Como si se tratase de una formulación de Lavoisier aplicada a la velocidad a los sesudos responsables de Tráfico se les ha ocurrido que para elevar la velocidad en autovías y autopistas era necesario menguar, casi proporcionalmente, la velocidad en el resto de vías. Y a mí me suena, otra vez más, a ocurrencia que contiene, en realidad, poco estudio serio, inercias de otras legislaciones y ganas de legislar sólo por dejar huella de su paso. Y por eso si hace dos o tres años asistíamos a esa bajada a 110 de la velocidad máxima permitida, de forma temporal y justificaciones discutibles en busca del ahorro ahora toca elevarla a 130 km/hora con otros argumentos o bajarla radicalmente en un montón de vías hasta el disparate de esos 20 km/hora en calles de plataforma única, los 30 km/hora en vías urbanas o los 70 km/hora en carreteras secundarias, como si fuera diseñadas estas velocidades por las propias petroleras para aumentar el negocio.

Desde luego desde el punto de vista del conductor, eso sí, del conductor normal, responsable, estos límites por arriba y por debajo carecen de rigor y sentido común y tienen que ver más con ese afán de trastocar normativas más para crear problemas que para resolverlos y producto de que dependan mucho más de los caprichos del cargo político de turno que de estudios serios y mesurados.

Todo esto me recuerda esa parte de letra de una canción de Serrat:

"¡Niño, deja ya de joder con la pelota,
que eso no se dice,
que eso no se hace, 
que eso no se toca!"

Y en unos pocos años, con otros, vuelta a empezar con la jodida pelota de la velocidad.

*

7 comentarios:

  1. Es una jodienda, la DGT ya no sabe ni que inventar. También con el casco de la bici que lo van a poner obligatorio por el casco urbano, sin hacer caso que los poquísimos paises que han adoptado esta norma ha sido un fracaso total, como Australia.

    Además en los países con gran implantación como medio de transporte como holanda o dinamarca han desestimado esta idea ya varias veces porque va en contra del fomento de la bici urbana.

    http://www.conbici.org/joomla/index.php?option=com_content&view=article&id=1120:el-casco-obligatorio-el-arriconaniento-del-ciclista-en-la-calzada-y-el-mantenimiento-del-regimen-sancionador-a-los-ciclistas-como-si-provocaran-el-mismo-peligro-que-los-motorizados-parecen-pretender-desanimar-y-expulsar-a-los-ciclistas-de-la-calle&catid=18&Itemid=58

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  2. Sin pies ni cabeza. Tiene lógica subir la velocidad en las vías rápidas pero en el resto el problema no es de velocidad sino de distracciones, ingesta de alcohol, sueño.
    En cuanto a las ciudades me parece que 50 por hora esta bien y solo se debería bajar a 30, y nunca a veinte, en calles estrechas, de plataforma única, en accesos a rotondas o cerca de colegios, aunque con los resaltos también valdría.

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  3. Desde luego que aumentar la velocidad nunca es buena solución. No mientras siga habiendo tanto irresponsable al volante que si actualmente rebasan en mucho los límites en autovía y circulan por carreteras comarcales a velocidad de autopista francesa, lo harán aún más con un margen de 10 km/h más. Porque el pensamiento inmediato para semejantes entes mononeuronales será que deben circular, como mínimo, a 130 en cuanto pisen una autovía -y de ahí hasta el tope de su vehículo-, y olvidarán el anterior de 120 que seguirá siendo el estándar en todos aquellos tramos que no sean expresamente indicados. La mayor incidencia de accidentes está servida, quizá quieran por ello bajar los límites en carreteras secundarias para poner la venda antes de la herida.

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  4. Por otro lado, también adolecemos de falta de conocimientos de la física mas elemental. Un accidente a 10 km/h más de velocidad no es sólo un 10% más grave; es que va en función de la masa del vehículo y del cuadrado de su velocidad, y cualquier impacto por encima de cierta velocidad (incluso legales) resulta mortal de necesidad para quienes ocupan un vehículo, algo que parecemos no terminar de comprender mientras sigue el incesante goteo de víctimas de la violencia vial cada año (aún estamos en el entorno de 1500, más cada año que las que nunca ha causado el terrorismo en toda la historia democrática, por poner un ejemplo). Ante la falta de sensibilidad, ante la desidia, y ante los comportamientos criminales al volante, sólo cabe la educación, o medidas más radicales como la de limitar por ley las velocidades (prohibir los coches innecesariamente rápidos y limitar la velocidad máxima tendría una repercusión bastante notable en el número de accidentes, aunque nadie parece dispuesto a afrontar un tema que levanta demasiadas pasiones y mueve aún mucho dinero.

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    1. No hay nada más que decir, todo es cierto.
      Para añadirle la nota de humor a la estupidez del aumento de velocidad.

      Si los adolescentes supiesen que como dijo Einstein, a medida que aumentamos la velocidad así lo hace la masa (A velocidad de la luz, masa infinita)más de un@ se lo pensaría (Aunque fueran milésimas de gramo).

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  5. Hay un pequeño problema de ingeniería. Las autopistas se diseñan sabiendo la velocidad a la que se va a circular. Por lo tanto puede ser peligroso subir la velocidad si no se hace con un buen estudio. Con un estudio de la empresa del primo de un ministro no valdría.

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  6. no viene a cuento, pero si queréis reíros un rato dejo el siguiente vídeo recién salido del horno.

    que es la realidad, si; pero que el video lo haga el pp... me da la risa floja.

    http://www.youtube.com/watch?v=OfXTIpUljSA

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