miércoles, 12 de diciembre de 2012

"FRENTE CÍVICO - SOMOS MAYORÍA" (Página nº 1499)

Lo admito, suelo ir por libre, no vincularme más allá que por presencia, si acaso, a cualquier convocatoria, del tipo que sea, fuera del ámbito profesional. Soy pájaro libre, sin ataduras, lo que pudiera parecer como un rasgo de independencia o una falta de compromiso real, según quiera entenderse. No pelearé por desmentir la segunda como tampoco lo haré por presumir de la primera, más que nada porque lo que busco es distancia pero no desentendimiento.

Hace un rato me ha llegado esta convocatoria y, ciertamente, no me siento ajeno al espíritu que lo acompaña. Es más, quienes lean habitualmente este blog no sentirán demasiada distancia en lo escrito con lo que parece la declaración de principios de este colectivo, Frente Cívico, que nos invita a un acto el próximo viernes, 14, a las 18,30 h. en la Casa de la Cultura.




Ya supongo que dicha convocatoria será acogida de forma muy desigual y que no tardarán en recibirse críticas sobre las intenciones, los promotores o la creencia de una instrumentalización política. Ya suelen ser recurrentes esas descalificaciones en Daimiel, amén de adjetivarlas de rojerío, todo un clásico redivivo que vuelve a utilizarse con fruición.

Sin embargo, más allá del sesgo que se le quiera atribuir la realidad es terca y la evidencia de que el sistema va creando un victimario cada vez mayor que incide en los sectores más débiles de la sociedad pero apenas afecta a los responsables principales de este proceso, y ante esta situación no cabe otra opción que convencerse de que los ciudadanos de a pie son el mayor activo para reconducir, con su peso y compromiso, la perversión de un sistema que quieren vendernos como único posible y que quienes promueven el conformismo y la inacción solo buscan consolidar un sistema agotado y fallido.

No pretendo dar clases de activismo social pacífico, de esa resistencia pacífica que no termina de gustarme como concepto porque no creo que se trate de hacer resistencia sino de erigirse en motor activo de cambio y eso, desde luego, requiere la suma de muchas voluntades comprometidas para sacarnos de una inercia nefasta y que se ha evidenciado como nunca al final de este cuento de la lechera del consumismo y el bienestar de barra libre pero sustentado en una fachada mucho más aparente que real.

Tengo curiosidad y procuraré asistir, prefiero los que hacen algo a los que no hacen nada, entregados a su derrotismo improductivo, y que seguro ya le han puesto al acto la etiqueta de inútil. Teniendo en cuenta lo vívido y asumido que tienen el concepto de inutilidad muestran poco acierto en la calificación porque lo verdaderamente inútil está en su tancredismo social, en su acrítica mansedumbre.


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1 comentario:

  1. Felicidades por tu sentimiento de "Libertad sin ataduras" llevado a la práctica.
    Me quedo con una de las frases del final de tu post: "Prefiero los que hacen algo a los que no hacen nada, entregados a su derrotismo improductivo"

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