domingo, 25 de noviembre de 2012

DISUADIENDO, QUE ES GERUNDIO... (Página nº 1454)

Una de las palabras que más utilizan desde el gobierno es disuadir (o disuasorio). Las otras son subir (los impuestos) y privatizar. Es curioso que cualquier cambio se traduzca en subidas impositivas, tasazos, recortes de servicio o transferencia de recursos públicos a manos privadas, y que todo venga acompañado de la manida frase "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" y "queremos poner en marcha medidas disuasorias para evitar los abusos".

De la primera frase, ya dije lo que tenía que decir:


Pero de la segunda...

¿Disuadir para evitar los abusos?, ¿y aunque fuese eso necesario tiene que hacerse siempre gravando económicamente a los ciudadanos, castigando los bolsillos y aumentando la factura global de manera que parece que sólo les interesa recaudar?, ¿tan torpes e incompetentes son que las únicas propuestas reales siempre son pecuniarias en vez de hacer autocrítica y entender que existen otras soluciones que ni se han querido plantear porque el verdadero fallo es de gestión política desde hace décadas?

¿El gasto farmaceútico es desmedido? Tasazo, para disuadir, que ya está bien de enfermar y medicar por encima de nuestras posibilidades.

¿Que la gente recurre demasiado a la justicia? Tasazo, que tenemos demasiados derechos que defender, por encima de nuestras posibilidades.

¿Que hay mucho absentismo laboral? "Tasazo", no se te paga los tres primeros días o se detraen porcentajes importantes hasta la cuarta semana porque en vez de perseguir a los verdaderos absentistas laborales de la administración prefieren contemplar a todo trabajador como un delincuente que pretende robar dinero público inventándose accidentes y enfermedades, porque han decidido que se enferman y accidentan por encima de nuestras posibilidades.

Sí, lo llaman medidas disuasorias pero son claramente medidas recaudatorias que además de ir contra el bolsillo de la mayoría se cepilla derechos elementales y, de paso, garantiza que ellos puedan seguir con su estatus privilegiados como cargos políticos.

Desde luego a mí nadie me disuade de que existen otras alternativas para perseguir los excesos y abusos y que no han hecho ni el esfuerzo mínimo de plantearlos. Van por la pasta, exprimiéndonos, y haciendo, eso sí, la vista gorda con otro tipo de abusos, los suyos propios y los de las grandes empresas y fortunas, justo los que sí viven por encima de nuestras posibilidades.

Por cierto, dejo aquí la viñeta de Fontdevila, ¡brutal!, quizá ahora exageradísima pero, visto el panorama, ya cualquiera sabe:



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