viernes, 23 de marzo de 2012

VERSILLOS FUTBOLEROS O DEL RUIDO QUE TAPA TODO LO DEMÁS (Página nº 856)

Hay pocos como él para encabronar al personal y traer a maltraer el señorío madridista. En cuanto se vuelve conservador y le entra el miedo en el cuerpo corre a poner un centro del campo conservador y a echarle toda la culpa al mundo si la cosa no sale bien. Nunca admita que le beneficien, siempre todo forma parte de un complot y enciende los ánimos de los suyos y monta un numerito detrás de otro. El Madrid es el merecedor de ganar la liga pero está consiguiendo perder simpatías con este individuo soberbio, endiosado, agrio e incapaz de admitir los propios errores. Un auténtico cancer que desquicia incluso a sus propios jugadores, algunos hasta su llegada gente sosegada y deportiva y ahora en permanente territorio comanche. Será un gran entrenador, sus títulos así lo dicen, pero pierde constantemente las formas y fomenta el enfrentamiento y la acritud y a mí, particularmente, eso me parece imperdonable. Así que le dedico unos versillos futboleros:


Si gana no pasa nada,
saca pecho y pavonea,
mas si pierde... se cabrea,
y con la boca incendiada

al árbitro lanza andanada,
"¡filho de puta!", berrea,
y se le va la azotea,
tiñe en sangre la mirada,

y enciende a toda la grada
y el ambiente se caldea,
animando a la pelea
al equipo y a la hinchada

y así tapa la cagada
de la táctica que emplea,
miedosa, cobarde, fea,
deslucida, equivocada,

y la afición entregada
su nombre al viento corea
y de paso lloriquea
porque se siente robada.

La cosa estaba cantada,
el rey de la verborrea
como siempre se escaquea,
¡no tiene culpa de nada!

y suelta su gran rajada:
que el árbitro le putea,
que Villar le ningunea
y la liga esta amañada.

->+<-

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