jueves, 22 de marzo de 2012

SIETE MIL ENCINAS (Página nº 855)



Plantar siete mil cepellones de encinas en el entorno de las Tablas de Daimiel es la iniciativa que pretende desarrollar Coca-Cola entre la nueva primavera recién comenzada y el próximo otoño. Siete mil buenas intenciones con las que, según cuenta su representante en España, la llamada "estrategia 2020" pretende devolver, de forma segura, a las comunidades y a la naturaleza, el agua equivalente a la que se ha empleado en la producción de sus bebidas.

Lo cierto es que, sea cual sea el motivo, esta apuesta por un árbol tan emblemático merece ser destacado aunque para muchos de nosotros será difícilísimo poder ver ese potencial encinar en su esplendor.

Porque la encina, tan presente siempre en nuestra tierra castellana, comenzaba a convertirse en árboles escasos, menospreciados, objeto de talas a veces indiscriminadas, y pocas, pero simbólicas, son ya las muestras de dehesa y encina que quedan cerca de Daimiel.

Y es cierto que ya se han plantado, en otras campañas, cientos de encinas, puede que miles, en ese entorno del humedal daimieleño, como pude comprobar hace unas semanas, protegidas aún en su mínima expresión vital y tratando de aguantar la ausencia de lluvias. Pero siete mil cepellones aguardan a ser plantados para intentar prosperar, sortear las dificultades que les esperan en esta tierra hostil, más por las condiciones de sus gentes que de las atmosféricas, más por la avidez de la plaga de conejos que por su demostrada capacidad de sobreponerse a los agentes naturales normales. Siete mil proyectos de árbol para cambiar el paisaje, para albergar la esperanza de que vayamos apostando por la sostenibilidad y el respeto a la Naturaleza.

Y es bueno que proliferen estas iniciativas que proponen la planta de árboles autóctonos, sobre todo si existe un compromiso por supervisar después su desarrollo para que esta promesa de vida se consolide en encinares o tarayes que nos hagan sentir orgullosos.

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2 comentarios:

  1. Efectivamente, ya son varías la campañas en las que se hacen plantaciones.
    Pero debéis saber que con plantarlas no es suficiente, hay que cuidarlas y mimarlas para que salgan adelante y sin agua no suele haber milagros.
    Quizá viéndolas en esa mínima expresión vital, tan mínima que están en las últimas, os animeis a doblar el tronco y hacer campañas para que los ecologistas
    cojan los aperos y hagan algo práctico por la naturaleza.
    En estas tierras quienes sobran son personas tan hostiles como tú, siempre atacando a las personas que verdaderamente aman estas tierras y hacen algo para mantenerlas acondicionadas y no convertidas en eriales.
    Mi agradecimiento a Coca Cola por intentarlo, pero hacen falta otra mentalidad y capacidad de trabajo para que salga adelante. Con las buenas intenciones no basta.
    ¡Qué cansino eres, siempre con las indirectas¡(a Totem)

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