domingo, 11 de septiembre de 2011

SOBRE LAS ENTRADAS DE FAVOR Y LOS PATILLEROS (Página nº 240)

Cambias los gobiernos pero no las malas costumbres y la de las entradas de favor es una de ellas, con su ejército de patilleros pululantes para pillar cacho y entrar gratis donde los daimieleños de a pie, si hablamos de aquí, han de pagar y hacer colas, en algunos espectáculos, como por otro lado es lo normal. Como ya he hablado de ello en Diario Improbable y soy absolutamente contrario a esa práctica, además de concenarla, me limitaré a reproducir parte de lo escrito con anterioridad. Y aunque sé que no voy a conseguir nada, pues hay prácticas ancestrales y enquistadas a las que difícilmente renunciaran los poderes políticos aludiendo a que es costumbre, o a que es una cantidad residual o poco significativa, o a que es necesario un mínimo de protocolo, me parecen argumentos de tan poco valor y enjundia que sólo consiguen aumentar mi convicción en el rechazo a esos usos y a manifestarlo públicamente:

El 21 de febrero pasado escribía esto en el Diario Improbable:

"Al salir con unos amigos que se habían acercado a Daimiel para la ocasión surgió el tema de las entradas de favor, esa discutible costumbre consistente en apartar una serie de entradas, excelentemente ubicadas, para los políticos de turno y algún que otro funcionario, que de otra forma quizá ni se acercarían teniendo que pasar por taquilla. A mí, que quieren, me parece mal que un cinco o un diez por ciento del aforo esté allí por la patilla, y no ya los políticos sino los familiares o amigos a quienes se las ceden, y más teniendo en cuenta que algunos de ellos cobran un buen sueldo como liberados o por otras tareas políticas con que podían pagar el coste al igual que cualquier daimieleño o visitante allí presente.
Nos hemos ido acostumbrando a mantener estas malas costumbres, a añadir al esfuerzo económico que realiza el ayuntamiento para financiar parte de estos espectáculos las entradas que no son abonadas y cuya cuantía, en según que acto, puede ser significativo. Y eso que los precios, y es de agradecer, son tremendamente populares en algunos casos. La prueba de que todos debieran pasar por caja es que muchos de los patilleros, cuando dejan los cargos, ya ni aparecen por allí, si es que siéndolos asoman, y sólo aprovechan para surtir de pases gratis a sus próximos.
Los de la patilla siempre pululan, buscan y encuentran. Son legión con cargo a los presupuestos y supongo que verán excelente la práctica si les beneficia. Yo pago, como muchos lo hacen. Puedo y debo hacerlo, pero no me molesta tener que pagar, me fastidia ver cuántos son los que no pagan."


Enlace: (http://daimiel.cuadernosciudadanos.net/totem/2011/02/21/sensormen-o-a-cuento-de-los-de-por-la-pa/)

Y el 3 de septiembre de de 2009:

"Ya hablé hace unos días de las entradas de favor que se había reservado el Ayuntamiento para la obra de teatro representada ayer, sesenta y algunas entradas de un aforo reducido con un reparto no demasiado claro pues, al margen de los ediles y sus parejas, que no sé por qué narices no pueden pasar por taquilla como todo quisque, sobrarían casi una treintena de entradas al albedrío de la autoridad y cuyos receptores no se sabe públicamente quienes son.
Sin embargo me cuentan que, para este evento, como para la mayoría de actos con taquilla, conciertos incluidos, la práctica habitual de las entradas de favor se amplía a otras cuando menos muy discutibles. Desde falsas acreditaciones periodísticas, infladas en número, a listas que incluyen funcionarios pata negra que sólo tienen que identificarse ante los porteros del evento para pasar por la patilla. Y me lo cuentan con ejemplos que tienen nombre y apellidos que no voy a mencionar porque no es pertinente.
Quiero decir esto, y hacerme eco de esta situación, porque, de ser cierto como uso general, pues sé que con las entradas del teatro, en concreto, algunos funcionarios han entrado en reparto, estaríamos ante una práctica bastante discutible e injusta para los ciudadanos pues no parece de recibo que eso, precisamente, entrar sin pagar, forme parte de los beneficios laborales de un funcionario público, por pata negra quepueda ser.
Desde aquí pediría que se acabe con esta práctica de las regalías en entradas de favor. Todos, pero todos, todos, debieran pagar su entrada.


Enlace:(http://daimiel.cuadernosciudadanos.net/totem/2009/09/03/la-picaresca-de-las-entradas-de-favor-ho/)

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